«Todo en la vida es química». Desde la ropa, hecha de jirones más o menos sintéticos, hasta el agua que bebemos, pasando por la comida. En el Grado en Química de la Universidad de Valladolid (UVa) lo tienen claro. Si bien puede parecer una afirmación sacada de la biografía de Alfred Nobel, resulta tan cotidiana para quienes la pronuncian como la palabra ‘molécula’. «Todo en la vida es química». Su filosofía es una de las mil formas posibles de entender una titulación «muy experimental» de la Facultad de Ciencias y a cuyo término casi el 85% de los egresados que encuentra trabajo lo hace en un régimen de cotización universitario y con puestos altamente cualificados. Adiós a la precariedad entre probetas y reacciones.
Carolina lo sabrá dentro de poco, pues apenas está en el ecuador del Grado. Miguel, que ya recorrió ese camino, ahora investiga desde un despacho en química teórica, mientras que Roberto prepara su TFG en un espacio de investigación del Quifima. Carmen Barrientos sucede a Asunción Barbero en la presidencia de la Sección de Química en año de elecciones y Fernando Villafañe, tras ceder en 2016 el decanato a Isaías García, trabaja por el fomento de su pasión, la química, en Castilla y León.
Ellos te guían, a través de aulas y laboratorios, por los entresijos del Grado en Química, «una de las titulaciones más asentadas» de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Valladolid y cuya cifra de graduados representó la segunda más alta en el curso 2016/2017 dentro de la Facultad de Ciencias, sólo por detrás del Grado en Óptica y Optometría. A pesar de que las cifras no son del todo realistas al incluir a los alumnos de Óptica que se acogen al curso puente para transformar su diplomatura en graduado, los datos muestran que la titulación en Química es una de las que más estudiantes forma dentro de la Facultad. Que esos estudiantes obtengan trabajo en su totalidad al finalizar los estudios, resulta ya más complejo.
Según datos del Sistema Integrado de Información Universitaria del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte relativos a la posibilidad de inserción laboral de los egresados en Química del curso 2013/2014, tan solo el 10% de ellos consiguió un contrato indefinido a los dos años de finalizar la carrera. El 90% restante obtuvo un contrato temporal. Este aspecto demuestra que continuar con la formación es una de las opciones que más se barajan al finalizar los estudios en Química. No obstante, salidas como la que ofrece para este tipo de profesionales el atractivo sector de la enología y el enoturismo en Castilla y León son un factor a tener en cuenta.